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¿Cuándo acudir a un psicomotricista?

La psicomotricidad es muy importante en el desarrollo de los niños ya que promueve la integración de aspectos físicos y cognitivos. A la vez que desarrolla las habilidades motrices finas y gruesas, también facilita el progreso emocional y social.

A través de la psicomotricidad se fomenta la expresión, la comunicación y la adaptación al entorno proporcionando una base sólida para el crecimiento y bienestar infantil.

¿En qué puede ayudar un psicomotricista a un niño/a?

La psicomotricidad ayuda a detectar posibles dificultades o trastornos del desarrollo de forma temprana, y contribuye al desarrollo cognitivo del niño ayudándolo en su aprendizaje. De forma general contribuye a:

  • El desarrollo motor: Mejora progresiva del movimiento.
  • La coordinación: Fomenta la coordinación motora y la lateralidad.
  • La autonomía: Promueve la independencia en actividades de la vida diaria.
  • La concentración: Potencia la capacidad de atención.
  • La Creatividad: Estimula la creatividad y la expresión corporal y artística.
  • La autoestima: Trabaja la autoimagen y la confianza en uno mismo.
  • La socialización: Facilita la interacción y el juego en grupo.

La psicomotricidad también en la tercera edad

La tercera edad también puede verse beneficiada de la psicomotricidad, que busca mejorar su calidad de vida al abordar aspectos físicos, cognitivos y emocionales.

Les ayuda a mantener su movilidad, a preservar su función motora reduciendo el riesgo de caídas y lesiones y a fomentar su agilidad mental previniéndolos del deterioro cognitivo.

Participar en grupos de psicomotricidad promueve la interacción social combatiendo la soledad, muy frecuente en estos casos y mejorando su estado anímico.

5 situaciones en las que debe acudir y consultar a un psicomotricista

  1. Retrasos del desarrollo infantil: Para mejorar su desarrollo motor y cognitivo.
  2. Problemas de aprendizaje: Para resolver posibles problemas subyacentes.
  3. Trastornos del espectro autista (TEA): Para formar parte de un enfoque terapéutico integral.
  4. Lesiones o discapacidades físicas: Para ayudar en la rehabilitación y adaptación de las habilidades motoras.
  5. Dificultades emocionales o conductuales: Para contribuir a la regulación emocional.

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