¿Qué es? ¿Por qué aparece?
La respiración oral es un hábito que puede pasar desapercibido, pero que tiene consecuencias significativas para la salud, especialmente en el desarrollo infantil. Se caracteriza por la inhalación de aire a través de la boca en lugar de la nariz, y puede derivar de diversas causas, siendo el uso prolongado de chupetes y biberones o hábitos como la succión digital algunos de sus principales desencadenantes.
También puede deberse a problemas anatómicos como amígdalas hipertróficas (de gran tamaño), retrognatia (la mandíbula inferior atrasada) u otras alteraciones como la presencia de vegetaciones o pólipos que obstruyen la vía área obligando así a modificar el patrón respiratorio.
Consecuencias de la respiración oral
Esta forma de respirar provoca que la lengua descanse en posición baja en el suelo de la boca, y esto a su vez, afecta al desarrollo de la mandíbula y el paladar pudiendo producir maloclusiones dentales y problemas de articulación temporomandibular (ATM).
Este patrón respiratorio tiene consecuencias negativas para la salud respiratoria, pues aumenta la propensión y el riesgo de infecciones, ya que la nariz cumple un papel crucial en la filtración y humidificación del aire, que la boca no cumple, lo cual la hace más vulnerable a la entrada de agentes patógenos.
Si la causa de la respiración oral se debe a vegetaciones o pólipos que obstruyen la vía área, esto puede derivar en apneas del sueño, un trastorno que interrumpe la respiración durante el sueño y tiene impactos negativos en la calidad de vida y el rendimiento diario.
Identificación temprana y rehabilitación
La identificación temprana tanto de la respiración oral como de sus causas es esencial para un abordaje efectivo. El tratamiento logopédico irá dirigido a eliminar malos hábitos y reeducar el patrón respiratorio nasal. A veces, dependiendo de la causa, pueden llegar a ser necesarias intervenciones quirúrgicas (en el caso de hipertrofia de amígdalas, pólipos, vegetaciones, etc.)
En resumen, respirar por la boca puede parecer un hábito inofensivo pero consulta a un logopeda para prevenir complicaciones y afecciones a largo plazo y garantizar un desarrollo saludable.